Skip to main content
Si eres una persona que le gusta aprender y necesita estar aprendiendo cosas nuevas continuamente, entonces te habrás encontrado con diferentes tipos de profesores.

Algunos con experiencia, otros con menos. Algunos saben transmitir bien, y otros, en cambio, no tienen tanta experiencia pero te hacen entender mejor los conceptos.

Cuando elegimos a un profesor para que nos guíe durante nuestra etapa de aprendizaje, queremos elegir a alguien con experiencia, que sepa de lo que habla, que lo haya vivido y que además sepa explicar bien.

A veces encontrar todo esto parece poco menos que imposible.

Aunque se presupone que un profesor debería saber explicar y comunicar para que los estudiantes entiendan todo lo mejor posible… no siempre es así, ¿verdad?

Ya ni hablar del tema de la motivación de la que tanto se habla últimamente.

Motivación y entretenimiento. Eso es lo que dicen que quieren los estudiantes porque se aburren rápido.

Ahora parece que si el estudiante no está motivado, es por culpa del profesor, y no al revés.

Es curioso, especialmente porque cada día tenemos que hacer un montón de cosas, si o si, estemos motivados o no.

Y yo me pregunto:

¿Somos nosotros los que tenemos que estar motivados? ¿Nos tienen que motivar otros? ¿Factores externos?

No es fácil el trabajo del profesor a día de hoy.

Incluso muchas veces en nuestra sociedad se infravalora a los profesores, pensando que cuando alguien decide dedicarse a la enseñanza es como si no fuese lo suficientemente bueno como para dedicarse a eso que enseña.

De hecho, hay un viejo refrán en inglés que dice:

«Aquellos que no lo saben hacer, enseñan».

¿Es esto cierto? ¿Aquellos que no lo han logrado se dedican a la enseñanza porque no les queda otra?

Vamos a verlo.

En esta entrada del Blog voy a hablar de diferentes tipos de profesores.

Puede que te hayas encontrado con alguno, o con la mayoría. Lo que comparto aquí no es ninguna norma universal, son tan sólo unas ideas que por mi experiencia como emprendedor y eterno estudiante he vivido en primera persona.

Empezamos.

¿Qué es el Juego Interior del Tenis?

El juego consiste en dos partes:

  • El juego exterior. El que se juega contra rivales en una pista, con reglas, obstáculos y un objetivo.
  • El juego interior. El que se juega contra nosotros mismos, como los nervios, falta de concentración, dudas, inseguridad…

¿Por qué es importante controlar nuestro juego interior?

Aunque es importante dominar las dos partes del juego, hay una que siempre va primero. Y es que sin controlar nuestra mente y emociones, va a ser muy difícil poner controlar el juego externo.

Por eso es tan importante que primero aprendamos a tomar conciencia de nosotros mismos, conocernos y controlar nuestras emociones. Sólo de esta manera, podremos alcanzar nuestro máximo potencial.

Estas dos facetas se complementan entre ellas, ya que a medida que se va practicando el juego exterior, también se ejercita el interior.

¿Pero cómo podemos dominar el Juego Interior?

El autor, presenta diferentes opciones para controlar el juego interior.

Por lo general, hace hincapié en el arte de la concentración relajada.

Digamos que tienes dos jugadores dentro de tu cabeza.

Uno es analítico, lineal, soluciona los problemas razonando, analiza el pasado y el futuro y se concentra para prestar atención.

El otro, es todo lo contrario. Es inconsciente, automático y bueno en la faceta creativa, no necesita razonar para solventar los contratiempos. Se centra en el ahora y no hace juicios de valor.

Pero el problema, es que el primer jugador no confía para nada en el segundo.

Por eso el autor considera importante que antes de nada, tenemos que enseñar al jugador uno a confiar en el segundo, que lo va a hacer bien.

Te pongo un ejemplo como si fuese un partido de tenis para que lo veas más claro.

El primero, se centraría en cada golpe que da, si es bueno o malo, y juzgaría con palabras.

El segundo, tan sólo se centraría en las sensaciones de lo que está pasando, sin juzgar. O la he tirado fuera o dentro. Punto.

Mientras el primer jugador se centra en instruir al jugador dos con palabras, el jugador dos se centra en las sensaciones de lo que está pasando.

Lo que quiere decir el autor es que si perdemos nuestra habilidad de sentir lo que hacemos, dándole demasiado peso a recibir instrucciones, podríamos comprometer nuestro proceso natural de aprendizaje y el potencial para jugar.

Gallwey escribe que la música y el arte provienen de la profundidad del subconsciente, y lo mismo pasa con el deporte, que la inspiración viene cuando la mente está tranquila y relajada.

Normalmente cuando intentamos mejorar en algo, pensamos que tenemos que intentarlo más, trabajar más duro, esforzarnos más… poner atención a lo que estamos haciendo y hacer más.

¿Pero qué estamos experimentando cuando estamos rindiendo al máximo de nuestras posibilidades?

Totalmente lo contrario.

Todo parece hacerse sin esfuerzo. Actuamos sin pensar, incluso no nos damos tiempo ni para pensar. Dejamos de juzgar nuestras acciones como buenas o malas y las aceptamos tal y como son.

A esto se le llama comúnmente “estar en la zona”. En psicología es conocido como “fluir”.

Vamos a volver a la pista de tenis un momento, a una típica clase de tenis.

Como Gallwey comenta, el profesor quiere que el alumno sepa que ha pagado por algo, por una clase que le ha aportado mucho. Por eso le hace comentarios de cada golpe y todo lo que va haciendo.

El estudiante es consciente de lo que está haciendo y lo que tiene que corregir, entonces siente que necesita más clases.

Pero al contrario de lo que muchos piensan, el propio autor experimentó cuando era joven que cuando daba menos feedback a sus estudiantes, estos mejoraban más rápido.

¿Y esto por qué sucede?

Porque los jugadores resuelven los errores obvios sin necesidad de feedback

En ese momento, entendió que los estudiantes necesitan más imágenes y ejemplos de cómo hacerlo más que palabras para intentar mejorarlo, ya que producían efectos negativos en los resultados.

Al final del libro, Gallwey escribe:

“Casi en todas las actividades que realizamos a diario están involucrados el juego interior y exterior. Los obstáculos externos entre nosotros y los objetivos que queramos conseguir, ya sean riqueza, educación, reputación, amistad, paz o tan sólo algo para cenar esta noche. Y los obstáculos internos también estarán siempre ahí. Nuestra mente, para alcanzar esos objetivos externos se distrae fácilmente y tiende a preocuparse en exceso, poniendo una barrera entre nuestros objetivos y nosotros”

Sea lo que sea que estés intentando conseguir, te ayudará centrarte en lo que está pasando en tu juego interior, no sólo lo que pasa a tu alrededor.

De esta manera podrás controlar mejor las situaciones y alcanzar tu máximo potencial. Ayudo a emprendedores a desatar todo su potencial.

Si necesitas ayuda con tu juego interior, puedes reservar una mentoría conmigo aquí. 

Ayudo a emprendedores a desatar todo su potencial.

Si además no te quieres perder nada de lo que comparto, suscríbete a la lista de correo y descarga la guía de productividad y gestión del tiempo aquí.

 

Tus acciones de hoy, los resultados de mañana.

 

Fran Rodríguez

Deja un comentario

Abrir chat
1
¿Cómo te puedo ayudar?
Hola, soy Fran.

Si, soy yo de verdad 😉

Puedes pensar que no respondo personalmente a estos mensajes, pero ya verás como si.

¿Cómo puedo ayudarte?

1️⃣ Si todavía no eres miembro de alguno de mis programas y tienes alguna duda, me encantaría ayudarte. Cuéntame por aquí.

2️⃣ ¿Eres miembro del Club de Líderes o de la Mentoría HIIT y tienes alguna pregunta?. Para una respuesta más rápida
👉soporte@franrodriguezon.com

Un saludo.

Tus acciones de hoy, los resultados de mañana 🚀