Skip to main content

Muchos, si no la mayoría de nosotros, hemos experimentado alguna vez lo que se siente cuando pensamos que somos unos impostores.

¿A qué me refiero con esto?

A todas aquellas veces que piensas que no mereces tus logros, o que son fruto del azar.

A la sensación de inseguridad, de creer que los demás te van a ver como un fracaso.

Ese miedo a la exposición pública y a lo que pensarán de ti.

Aunque a veces esa sensación parece haber desaparecido, de repente vuelve a la carga con mucha más fuerza, porque en realidad nunca se ha ido.

Y es ahí cuando te enfrentas al problema de nuevo.

¿Pero qué pasaría si profundizamos en la psicología que hay detrás de todo esto… para buscar una solución?

Eso es lo que vamos a ver aquí.

Cuando hablamos del síndrome del impostor, hay dos factores que lo provocan:

  • Crees que tu producto o servicio no vale la pena.

  • Crees que no te lo mereces.

Vamos a imaginar ahora algo rutinario que hacemos todos, como por ejemplo preparar café por la mañana.

Es algo que posiblemente hagamos millones de personas alrededor del mundo, y cada uno lo hará a su manera. Algunos se tomarán su tiempo, moliendo el café, preparando la cafetera y calentándolo a fuego medio para que no se queme. Otros, en cambio, cogerán una cápsula para salir rápido del paso.

Pero, ¿te preocupa cómo otras personas preparan el café o que otros lo puedan hacer mejor que tú?

Incluso aunque sabes que hay expertos que tienen su propio ritual, no es algo que te quite el sueño.

¿Sabes por qué?

Porque es algo que haces en tu vida privada y no hay nadie ahí que te pueda juzgar.

Conducir, sacar al perro a pasear, hacer la compra… son acciones individuales, y en cada una de estas situaciones, hay muchísima gente que hace un mejor trabajo que tú.

Pero no nos preocupamos en absoluto a no ser que eso que hagamos se convierta en algo público.

¿Qué nos dice esto?

Que el problema no es lo que hacemos, sino nuestra percepción de que nos van a juzgar

Ese es el verdadero problema.

Y esta es la primera parte del síndrome del impostor.

Creemos que nuestro producto o servicio no vale la pena. Aunque no pensamos que aquello que ofrecemos sea totalmente inútil, está expuesto a ser juzgado. Quizás la otra persona lo ofrezca y es mucho mejor que el nuestro.

¿Qué tiene nuestro producto de diferente? ¿Qué podemos ofrecer?

Por supuesto, cada pieza de información que encontramos se puede interpretar desde diferentes ángulos y aún así, siempre verse como algo nuevo.

Pero eso es tan solo nuestra percepción sobre el producto o servicio. Incluso si ese producto o servicio es excelente, y lo sabemos, aún hay otro asunto del que ocuparse.

Crees que no te lo mereces.

Y déjame decirte algo.

Da igual cuántas veces hayas pasado por lo mismo.

O cuanta experiencia tengas enfrentándote a la misma situación.

Porque siempre que hay alguien ahí afuera, dispuesto a juzgar tu trabajo. Te sientes como un impostor.

Aunque hayan momentos donde piensas que lo tienes controlado, el síndrome del impostor ataca de nuevo.

Esto pasa cada vez que tenemos que lanzar un nuevo producto o emprender una nueva aventura.

Todos sentimos esa inseguridad en algún momento.

Por eso ahora, me gustaría darte la clave para ayudarte a frenar el síndrome del impostor y todas las dudas e inseguridades que trae consigo.

La manera de apagar esas voces y sentirnos de esta manera, es…

Exponiéndose

 

No hay mejor manera que vencer esto que enfrentándose a la realidad y a la crítica.

Siempre habrá gente a la que no le gusta lo que haces. Pero igualmente habrá un grupo de gente que te apoyará incluso se convertirán en clientes y fieles seguidores de tu trabajo.

Pero cuidado…

Esto no quiere decir que al final todo acabe bien.

Puedes empezar con mucho entusiasmo, presentar un producto único, con una oferta inigualable, pero aún así, no tener nadie al otro lado esperando.

Si estás empezando, habrán momentos donde no tendrás una audiencia o no haya nadie esperando eso que vas a lanzar.

Esto es así, y cuanto antes lo sepas mejor.

Y es en esos momentos donde el síndrome del impostor vuelve a la carga.

La única manera de vencerlo, es cambiar la estrategia y seguir haciendo tu camino.

A mí me gustaría decir que ya no sufro el síndrome del impostor.

Pero no es cierto.

Lo único que sé es cómo funciona cuando lanzo un nuevo proyecto y lo que pasa en mi cabeza.

Pero volverá. Eso seguro.

No puedo decir cuando o por qué, pero aparecerá.

¿Y qué?

Lo único que puedo hacer es seguir hacia delante.

Eso es lo único que marca la diferencia.

Al menos lo que he aprendido.

Y ahora, ¿qué puedes hacer tú para mejorar tu situación?

Un buen sitio donde empezar, sería el Club de Líderes.

¿Por qué?

Pues porque en esta mentoría grupal, estarás en contacto con otros emprendedores en tu misma situación y verás que no estás solo en esto.

Una de las ventajas de formar parte del Club de Líderes, es que puedes provechar la experiencia de otros emprendedores para acelerar la curva de aprendizaje y solucionar más rápido los problemas que te están llevando de cabeza en tu negocio.

A veces esos problemas están en nuestra cabeza.

Otras, son cosa del negocio.

El Club de Líderes es una mentoría grupal limitada a 5 miembros para que todos reciban la máxima atención en cada una de las sesiones.

Para echarle un vistazo a toda la información, haz click en este enlace.

Tus acciones de hoy, los resultados de mañana.

 

Fran Rodríguez

Deja un comentario

Abrir chat
1
¿Cómo te puedo ayudar?
Hola, soy Fran.

Si, soy yo de verdad 😉

Puedes pensar que no respondo personalmente a estos mensajes, pero ya verás como si.

¿Cómo puedo ayudarte?

1️⃣ Si todavía no eres miembro de alguno de mis programas y tienes alguna duda, me encantaría ayudarte. Cuéntame por aquí.

2️⃣ ¿Eres miembro del Club de Líderes o de la Mentoría HIIT y tienes alguna pregunta?. Para una respuesta más rápida
👉soporte@franrodriguezon.com

Un saludo.

Tus acciones de hoy, los resultados de mañana 🚀