En el día a día en tu negocio, tienes que lidiar con diferentes cosas.
Como mantener el flujo de caja…
Mantener motivados a tus empleados…
Publicar anuncios para atraer nuevos clientes…
Estas son algunas de las cosas que tienes que hacer a diario.
Pero el objetivo final de tu negocio es la supervivencia, porque quieres que tu negocio sea rentable y se mantenga en el tiempo.
¿Y sabes una cosa?
Las probabilidades están en tu contra.
Te cuento por qué.
El porcentaje de negocios que fracasan en un periodo muy corto de tiempo es bastante alto. Algunos no consiguen llegar ni al primer año, y si un negocio consigue llegar a los cinco años, es realmente un logro.
Cuando ha llegado a ese punto hay muchas probabilidades de seguir en marcha.
Y déjame decirte algo:
Hacer que un negocio se mantenga a flote durante cinco años no es tan complicado, teniendo en cuenta lo rápido que pasa el tiempo
Todo lo que haces y que gire alrededor de tu plan de marketing, tiene que jugar a favor de tu negocio, para que sobreviva.
¿Y sabes cuál es el secreto para que esto pase?
Flexibilidad.
Flexibilidad en la estrategia.
Así que cuando trabajes en todas esas estrategias que permiten sobrevivir a tu negocio, ten en cuenta siempre que las estrategias y tácticas que adoptes deben ser flexibles.
No tengas miedo de probar cosas diferentes, a hacer lo contrario de lo que se está haciendo en tu sector.
Adaptarse a cada situación es lo que te hará salvarte, a ti y a tu negocio, cuando las cosas no vayan bien.
Los negocios que no se adaptan mueren
Mi consejo es que trabajes en ellos un poco cada día. En realidad no hay otra manera. Cada día necesitas invertir al menos una hora o dos en desarrollo de producto.
Si puedes hacerlo, te sorprenderá cuánto eres capaz de hacer al cabo de un año.
Si estás continuamente buscando nuevas formas efectivas de hacer lo que ya haces, de ofrecer algo diferente, siempre tendrás algo nuevo que ofrecer.
Al final, podría parecer como una nueva marca, aunque sea una pequeña variación de algo que hayas estado haciendo.
Es ofrecer lo mismo pero desde otro ángulo. Puedes crear un nuevo packaging, otros materiales, otros colores, crea ediciones especiales que incrementen un poco más el precio que el original, o cualquier otra cosa, y vas añadiendo variedad que te van a llevar muy poco tiempo de producir.
Si no te adaptas, podrías pasar a estar fuera de juego en cuestión de semanas y aquellos negocios que estén más hambrientos y se ajusten a los nuevos cambios del mercado, son los que quedarán en pie.
Quizás estás utilizando métodos antiguos o no estás viendo las nuevas tendencias del mercado.
El caso es que necesitas tener un negocio flexible, y tienes que estar dispuesto a hacer cosas que lo lleven hacia delante.
Eso significa estar dispuesta a cambiar, crecer y adaptarse mientras te centras en tus clientes.
Cuando te centras en tus clientes, les darás lo que quieren y ofrecerás un mejor servicio
Y esto es algo que ayuda a crecer a tu negocio.
Cuando lo enfocas bien, la flexibilidad es lo que te permite dar con lo que tus clientes realmente quieren y descubrir maneras más creativas para ofrecérselo.
Si te mantienes estático, acabarás por ahogarte.
Tienes que ofrecerles lo que quieren, no lo que tú quieres, y tienes que estar constantemente ahí donde estén ellos, en el canal que estén.
Hay emprendedores que abren un negocio, o crean una web y su único mensaje es:
“Estamos abiertos”
Eso por si solo no va a hacer que el negocio atraiga a más clientes.
He conocido a muchos emprendedores que tienen esta actitud.
Por eso ahora te pregunto:
¿Estás dispuesto a hacer lo que sea necesario para hacer crecer más tu negocio?
¿Estás dispuesto a hacer eso que hace falta y que muy pocos negocios hacen?
Me refiero a pensar primero en tu cliente. Buscar lo que quieren los clientes.
Muchos emprendedores están tan centrados en las operaciones de sus negocios que nunca trabajan para sus negocios, tan solo trabajan allí.
Tienes que ser flexible.
No puedes dar por hecho que la gente vaya a venir a ti, primero y antes de nada, tendrán que saber que existes.
Hace décadas la gente estaba interesaba si tenías un nuevo producto que querían.
Pero eso ya no funciona.
A día de hoy el mercado es mucho más sofisticado, hay mucha más competencia y hay que hacer algo más que eso.
No puedes esperar que la gente te encuentre, necesitas salir ahí para que vean tu mensaje
Y para terminar me gustaría compartir contigo un último consejo.
Algo deberías recordar a diario si quieres hacer crecer tu negocio.
Igual de importante que trabajar en tu negocio, lo es trabajar en ti mismo.
Igual de duro que trabajas en tu negocio, también tienes que trabajar duro contigo mismo.
Dirigir un negocio no es tarea fácil, es mucho más difícil que tener un horario de oficina y volver a casa sin preocupaciones.
Como emprendedor y dueño de un negocio, ese peso te lo llevas a casa contigo.
Hay muchos beneficios de tener un negocio, por supuesto, no me malinterpretes.
A mí me encanta, pero hay detrás un cúmulo de responsabilidades, obligaciones, presión y adversidades que pocos ven desde fuera.
Y cuando solucionas un problema… aparece otro nuevo.
Es el cuento de nunca acabar.
Por eso hay muchos emprendedores que buscan ayuda para no tener que lidiar con todo esto solos.
Este suele ser el tipo de gente que consigue los objetivos más rápido y con menos frustraciones.
Porque cuentan con la ayuda de un profesional que puede analizar sus negocios de forma objetiva desde fuera, para ver en qué se está fallando y ponerle una solución rápida… para que esa herida deje de sangrar.
Por eso ofrezco mi ayuda a emprendedores comprometidos que quieran hacer que las cosas cambien en vez de esperar a que la situación se vuelva irreversible.
Aún tengo algo de disponibilidad para 2021, si necesitas contactar conmigo para una reunión, puedes ponerte en contacto aquí.
Tus acciones de hoy, los resultados de mañana.
Fran Rodríguez
