Los siete hábitos de la gente altamente efectiva

¿Te gustaría saber el secreto para conseguir el éxito?

Nuestro carácter está compuesto por nuestros hábitos. A menudo son automáticos e inconscientes, y estos definen nuestras acciones, que serán más o menos eficaces dependiendo del tipo de hábitos que tengamos.

Una vez creado un hábito, es difícil romperlo. No es imposible pero es complicado.

En este libro publicado en 1988 y que ha vendido más de 25 millones de copias en 52 idiomas, Stephen R. Covey desarrolla los principales principios de acción que una vez establecidos como hábitos, te permitirán convertirte en una persona más efectiva no solo en lo profesional, sino en tu vida personal, cambiando la manera en la que ves el mundo y entendiendo mejor lo que significa el éxito.

Este libro no trata de darte consejos que puedas implementar rápido, sino que te va a dar una visión diferente sobre cómo puedes cambiar tu mentalidad para actuar en consecuencia.

El libro los siete hábitos de la gente altamente efectiva pretende ayudarte a tener una visión positiva del mundo que te rodea.

Según el autor, estos son los siete hábitos:

Ser proactivo
Tener un fin en mente
Establece prioridades
Piensa en win-win
Primero entender, después que te entiendan
Crear sinergias
Afilar la sierra

Y ahora, vamos a profundizar en cada uno de ellos.

Ser proactivo

Muchas personas se comportan de forma reactiva, permiten que las circunstancias determinen su carácter y comportamiento. En cambio, las personas proactivas se hacen responsables de sus decisiones.

En vez de echar la culpa a factores externos sobre los problemas y que las acciones de otras personas determinen su estado de ánimo, las personas efectivas se centran en las cosas que pueden controlar y no se preocupan por las cosas que no dependen de ellas.

Tener un fin en mente

Stephen Covey dice que cuando decidimos hacer algo, en realidad lo hacemos dos veces. La primera vez es cuando nos imaginamos haciéndolo, y después es cuando lo hacemos de verdad.

Como ejemplo utiliza la metáfora de construir una casa. Primero visualizas la casa, se hacen los planos, los materiales que se van a necesitar… y después se construye. Si no haces primero los planos, corres el riesgo de cometer un montón de errores por el camino.

Pasa lo mismo en los negocios. Si no creas primero el plan ni piensas en la estrategia, va a ser mucho más fácil cometer errores y no saber cómo solucionarlos.

Si visualizas el resultado deseado primero, en vez de improvisar sobre la marcha, tendrás más posibilidades de conseguir el éxito incluso aunque tomes peores decisiones

Establece prioridades

En este capítulo, Covey hace hincapié en la habilidad de establecer prioridades y decidir qué es lo realmente importante. Una vez definas qué es lo importante, ponlo al principio de la lista.

¿Pero cómo decidir qué es lo más importante?

Teniendo en cuenta el cuadro de arriba, divide las tareas según su importancia.

Los dos primeros cuadros: Importante y urgente, Importante pero no urgente, son tareas que tendrán impacto positivo en el largo plazo y te ayudará a acercarte a tus objetivos. Cuanto más te centres en estos dos cuadros, menos tareas aparecerán en el primero.

Esto nos ayuda a tener una imagen más clara de lo realmente importante.

Lo ideal sería trabajar primero en las tareas del primer cuadro, y las tareas del cuadro dos ir haciéndolas poco a poco sin perderlas de vista, un poco cada día.

Piensa en win-win

En la vida todo es una negociación. No puedes conseguir algo sin ofrecer nada a cambio.

Mucha gente se equivoca en este aspecto y busca relaciones o acuerdos donde uno gana y el otro pierde. Cada interacción, tanto en la vida privada como en el trabajo lo ven como una oportunidad para competir.

La gente efectiva, por otro lado, ve el beneficio de darle la oportunidad a la otra parte para establecer una relación en el largo plazo donde ambas partes se puedan beneficiar. Por eso es tan importante intentar negociar para que ambas partes salgan beneficiadas.

El autor dice que una relación puede compararse con tener una cuenta “emocional” en el banco. Con esto quiere decir que cada vez que interactúas con alguien, estás haciendo que esa cuenta aumente o que se reduzca.

Acciones como buscar una solución en que las dos partes ganen es positivo para la cuenta.

Romper una promesa o buscar que la otra parte salga perjudicada en tu propio beneficio hace que esa cuenta disminuya.

Primero entiende, después hazte entender

La mayoría de las veces no escuchamos, lo que hacemos es proyectar nuestra propia situación en la otra persona y asumimos que piensan y se sienten igual que nosotros.

El problema es que la gente no confía en el consejo de alguien que no entiende de verdad su problema.

Para que la gente confíe en ti, primero vas a tener que esforzarte. Escuchar, empatizar y entender sus motivaciones. Observa cómo actúan, su lenguaje corporal escucha lo que dicen.

Solo cuando entiendas a la otra persona empezarán a confiar en ti.

Crear sinergias

Para conseguir resultados exponenciales, es necesario trabajar en equipo, porque el resultado puede ser mucho mejor que trabajando cada parte por separado. Cuando la gente competente trabaja en conjunto para buscar soluciones, suele funcionar mejor que cada uno por su cuenta.

Es importantísimo confiar y respetar las opiniones de los demás.

Afilar la sierra

El último hábito va sobre desarrollo personal. Necesitas las herramientas adecuadas para hacer el trabajo, pero si nunca te planteas seguir aprendiendo nuevas habilidades o renovarte, cada vez esas herramientas serán menos efectivas.

En el libro pone como ejemplo a un leñador. Si se pasa el día talando árboles y no dedica tiempo a afilar la sierra, dejará de estar afilada y no podrá cortar árboles.