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Si nos diesen a elegir entre una de las dos opciones, probablemente elegiríamos la mentoría individual.

¿Por qué?

Sencillo.

Parece más lógico, ya que el consultor nos prestaría toda su atención y se centraría en nuestro caso en particular en vez de ser tan sólo uno más del grupo.

Esto lo pensamos porque hemos estado anteriormente en clases o grupos con mucha gente y sabemos el caos que se puede generar a veces.

En el colegio, la universidad, en el trabajo o en la oficina, todos hemos vivido ese caos.

Si lo pensamos desde ese punto de vista y bajo nuestra experiencia, no habría duda de que la mentoría individual es mucho mejor que la grupal.

Y es verdad. Una mentoría en grupo puede ser realmente caótica.

O no.

Depende de muchas cosas y de cada caso.

En esta entrada del Blog vamos a hablar de los diferentes modelos de mentorías, y cómo se le podría sacar el máximo partido a una mentoría en grupo hasta el punto de convertirse en una opción tan buena como una mentoría individual.

Pero antes de nada, vamos a definir este concepto para que no dé lugar a confusión.

¿Qué es una mentoría?

 

La mentoría es una relación profesional en la que una persona con experiencia (el mentor) asiste a otro (el mentorado o mentoree) en el desarrollo de habilidades y conocimientos específicos que mejorarán el crecimiento profesional y personal de la persona con menos experiencia.

En el mundo de los negocios suele ser un consultor, una persona con experiencia asesorando a empresas y negocios de diferentes sectores el que hace el papel de mentor, y el cliente, suele ser una persona que necesita hacer cambios en su negocio y requiere de la experiencia y visión de un experto que le guíe en este proceso de cambio.

Para el cliente no es necesario ser propietario de un negocio, también puede ser alguien que quiera emprender y necesite ayuda para saber qué es lo que tiene que hacer en cada etapa del proceso.

Para el cliente no es necesario ser propietario de un negocio, también puede ser alguien que quiera emprender y necesite ayuda para saber qué es lo que tiene que hacer en cada etapa del proceso.

Dentro de las mentorías, existen diferentes tipos, como la mentoría individual y la mentoría grupal.

Y aquí voy a explicar en qué consiste cada una de ellas y cuál es la que mejor se adapta a cada situación particular.

Empezamos.

 

¿Funcionan las mentorías grupales?

Cuando empezó mi etapa como consultor, dedicaba gran parte del tiempo a mentorías individuales. A veces, pasaba gran parte del tiempo en la carretera, yendo de un cliente a otro, y en reuniones.

Hasta que vi a otro consultor que anunciaba mentorías grupales.

Al principio era un poco escéptico si te digo la verdad. ¿Cómo podía funcionar bien una mentoría grupal? ¿Con el caos que se genera en el momento de juntar a más de tres personas?

Mi escepticismo se dispersó cuando me di cuenta que el problema no radicaba en las mentorías grupales, sino en la selección de los grupos. Una vez el grupo estaba equilibrado con personas con los mismos objetivos e intereses, el nivel del colectivo aumentaba considerablemente.

Fue en ese momento cuando me di cuenta de que la mentoría grupal podría ser una muy buena opción por varias razones.

La primera es la variedad de situaciones. Vamos a imaginar que estamos en una mentoría con el dueño de un café. Como consultor aportas ideas que el propietario puede poner en práctica para mejorar las ventas de sus productos. Sin embargo, la mentoría individual es como un partido de ping pong.

El cliente te cuenta el problema, y como consultor, aporto la mejor solución basada en mi experiencia.

Pero cuando ese mismo problema se trata en una mentoría grupal, la dinámica cambia considerablemente.

Vamos a verlo con otro ejemplo.

Imagina que quieres cambiar tu estrategia de precios, o crees que el problema podrían ser tus precios.

En ese caso, en una mentoría individual, el consultor te dirá lo que podrías hacer para solucionar eso si fuese el problema.

Aún así hay factores que se escapan a los ojos de un experto.

Como consultor, uno ve el mundo desde su propia perspectiva, y en una mentoría grupal, donde los demás resulta que son “compradores”, ven el problema desde otro punto de vista totalmente diferente.

Tener más ojos y opiniones en la sesión puede multiplicar la calidad de la solución.

Esto no es siempre así, déjame explicarme.

A veces se crea el caos y las respuestas no hay por donde cogerlas.

Pero a veces tan sólo hace falta reconducir esas respuestas iniciales y plantearlas desde otro punto de vista para que sean soluciones válidas y efectivas.

Es importante que todos los miembros del grupo vayan en la misma dirección.

Todos se tienen que sentir parte del grupo y que tienen permiso para aportar comentarios siempre que sean constructivos, ante la supervisión del consultor, que está creando que todos vayan en sintonía.

Si se hace bien, cada uno entiende a la perfección su papel, y cuando les llega el turno, saben que van a recibir el mismo respeto que les han dado a los demás.

¿Cómo funcionan las mentorías individuales?

Uno de las cosas que más valoran algunos clientes para su negocio es tener contacto directo y personal con un consultor de negocios veterano con experiencia en el mundo de los negocios.

Contar con la experiencia de alguien que se haya enfrentado con éxito a varios problemas con los que ellos también se van a encontrar. Desde el balance y situación financiera de su negocio, operaciones, marketing y ventas, mentalidad para pasar al siguiente nivel, hasta solucionar problemas desastrosos que puedan parecer irreparables en estos momentos.

En estas situaciones, un experto sabe qué es lo que hay que hacer y cómo hacerlo para conseguir una solución eficaz.

En las sesiones individuales, los clientes las pueden utilizar como quieran. Para hacer consultas sobre estrategia, resolver dudas, implementar un nuevo plan de negocio o encontrar donde están los problemas que les están impidiendo crecer para ponerles solución.

Normalmente se establece un plan de trabajo, fijando objetivos y trabajando juntos semana tras semana para ayudar al cliente a conseguir sus metas.

Antes de comenzar siempre se hace un diagnóstico de la situación del proyecto y se decide cuál será el objetivo a tratar.

El seguimiento de la evolución del proyecto suele ser semanal.

Esta opción es para los que tienen claro lo que quieren y requieren atención personalizada.

Dependiendo de cada persona y en la fase de su proyecto o negocio que se encuentre, será más conveniente optar por una mentoría grupal o una mentoría individual.

Para ello, el consultor juega un papel fundamental a la hora de elegir con quién trabajar y lo que mejor se adapta a cada situación.

Por eso muchos ofrecen una primera sesión gratuita de consultoría para conocer bien las necesidades del cliente y estudiar con atención su caso, para ayudarle a elegir la opción que mejor se adapte a su caso.

En la actualidad ofrezco estos dos tipos de mentorías.

Por un lado, en el Club de Líderes, puedes encontrar una mentoría grupal limitada a 5 miembros para que todos reciban la máxima atención en cada una de las sesiones.

Estas sesiones se desarrollan a través de una sesión en directo al mes donde recibirás un plan de acción realista para que puedas implementarlo en los siguientes 30 días a la sesión.

Además, cada miembro dispone de seguimiento semanal por email directamente conmigo, para resolver cualquier duda que tengas y adaptar el plan según las necesidades y la situación.

En cada una de las sesiones nos centramos en cada negocio de cada uno de los miembros del grupo, lo que te permitirá aprender de los problemas de otros para saber cómo solucionarlos en tu negocio o para evitar que aparezcan.

Por otro, tienes a tu disposición la mentoría individual intensiva, que consiste en 4 sesiones de 1 hora y 30 minutos de trabajo distribuidas semanalmente en un mes.

Esta es tu sesión individual conmigo, y la puedes utilizar como quieras. Puedes hacerme consultas sobre estrategia, implementar un nuevo plan de negocio o encontrar donde están los problemas que te están impidiendo crecer para ponerles solución.

Marcaremos un plan de trabajo, fijaremos objetivos y trabajaremos juntos semana tras semana para ayudarte a conseguir tus metas.

Tener un mentor, es una de las maneras más productivas de aprender algo nuevo, te va ahorrar tiempo para llegar a tu destino además de que lo vas a hacer sobre seguro, sabiendo que cada paso que das es en firme y con mayores garantías de éxito.

Y eso es lo que hago con mis clientes en las sesiones de mentoría. Enseñarles todo lo que sé del mundo del emprendimiento y los negocios para que ellos puedan acercarse a sus objetivos, de la mejor manera que se me ocurre: predicando con el ejemplo.

Si te interesa que te guíe en tu camino hacia el emprendimiento y tomar las decisiones adecuadas, puedes reservar una sesión conmigo aquí.

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Fran Rodríguez

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