Conoces las estadísticas y sabes que juegan en tu contra.
La mayoría de negocios acabarán cerrando entre tres y cinco años después de su creación.
Algunos consiguen venderlos a tiempo. Otros… simplemente desaparecen.
Pero la mayoría experimenta un lento declive antes de hacerse pedazos por completo.
Todos lo hemos visto.
Esto se debe a diferentes causas, a veces puede ser porque el propietario está saturado, trabajando tantas horas en el negocio que al final pierde la ilusión que le había llevado a fundarlo.
Otras veces por falta de interés, por desconocimiento , falta de formación empresarial o por la dificultad que conlleva mantenerlo a flote.
Después de muchos años en esto, me gustaría compartir contigo algunas formas bastante simples de evitar este problema.
Pero te aviso: debes ser constante y ponerlas en práctica todos los días para que funcionen.
¿Quieres saber cómo?
Empezamos.
Los números no mienten:
Solo el 29% de las empresas españolas sobrevive al quinto año desde su creación.
Según un estudio de la OCDE sobre la fiscalidad de las pymes en la OCDE y en los países del G-20, más del 70% de las empresas españolas fracasan antes del quinto año desde su creación.
Pero este número crece a medida que la empresa va cumpliendo años: solo el 10% de las empresas españolas sobrevive a sus primeros 10 años de vida.
¿Por qué fracasan las empresas españolas?
Las razones por las que la mayoría de empresas españolas tiene que echar el cierre en tan solo unos años de vida son varios y se deben a diferentes factores.
Como la falta de formación, el desconocimiento, la gestión o la dirección de la empresa además de la falta de liderazgo por parte de los empresarios.
Muchas de las empresas se crean por necesidad, cuando el trabajador ha agotado todas las posibilidades y se ve forzado a trabajar por cuenta propia para poder ganarse la vida y cubrir sus necesidades básicas.
Esto rara vez suele funcionar.
Otra de las principales razones que se extraen de este estudio es la fuerte presión fiscal que sufren las empresas en nuestro país.
Los costes de cumplimiento tributario son desproporcionados y demasiado altos para las pymes, comparado con su volumen de negocio y es una de las razones por las que puede afectar a sus márgenes económicos.
Otro de los problemas es la falta de formación empresarial y la falta de liderazgo.
Desde pequeños, durante nuestra etapa académica, se nos forma para trabajar por cuenta ajena.
“Durante toda nuestra etapa formativa se nos forma para trabajar por cuenta ajena”
Un empresario puede tener una gran idea, un buen negocio, un buen producto, pero si desconoce los conceptos básicos y necesarios para gestionar una empresa de forma eficaz, no durará mucho tiempo.
Pero esto es solo la superficie del problema.
¿Te has preguntado alguna vez por qué hay negocios que van bien y de repente acaban cerrando?
Vamos a profundizar más en estas causas, especialmente a la falta de formación, gestión empresarial y liderazgo.
Incluso los empresarios más exitosos caen en la tentación de levantar el pie del acelerador cuando el negocio va viento en popa y las ventas fluyen con naturalidad.
No hay que caer en la trampa (aunque tengas a tu competencia detrás).
Si una empresa pierde intensidad por la razón que sea (satisfacción, motivos personales), cualquier competidor o situación fuera de tu control como un cambio en la economía, en la industria o en el mercado, podrían dejarte fuera de juego.
En los negocios, si no creces y sigues hacia delante, mueres.
No importa lo bien que te vaya ahora mismo, no te relajes y mantén el pie en el acelerador en todo momento.
Hay algunas maneras de evitar este problema, pero es necesario que seas constante para que funcione.
Lo primero que tienes que hacer, es seguir mejorando y perfeccionando todos tus procesos.
Esto no quiere decir que no tengas que tener tiempo para respirar, el descanso es necesario, de lo contrario no podrás rendir al máximo. A lo que me refiero es que si no estás ahí, al pie del cañón de forma regular, intentando ser creativo y buscando formas de hacer mejor las cosas para hacer crecer tu negocio, entonces necesitarás contratar a alguien para que lo haga por ti.
El éxito empresarial requiere prestar atención constante a todos los detalles
Es fácil relajarse cuando las cosas van bien. Pero si pierdes la inercia, corres el riesgo de perder la concentración. Y la concentración es vital.
Visualiza claramente los objetivos que quieres conseguir y trabaja para conseguir exactamente lo que visualizas.
Nunca pierdas la ambición.
Una vez has conseguido cierto éxito o has conseguido ciertas cosas materiales que significan para ti el éxito, puede ser que te veas en la situación de que ya no quieres más.
Si se da el caso, encuentra otro motivo que te haga sentir esa ambición de nuevo.
Puedes utilizar el dinero que ganas para ayudar a otras personas, o para ofrecer a tu familia una mejor calidad de vida.
Busca razones para conseguir más y poder dar más.
Algunas de las personas más exitosas y con más dinero de nuestra sociedad son también los mayores filántropos.
Puedes utilizar lo que consigues para devolverlo a la sociedad, especialmente a las personas o causas que realmente lo necesitan.
En el momento en el que dejas de hacer cosas creativas, pierdes tu ventaja competitiva. Esa pasión que sentías por la que construiste tu negocio se desvanece y afecta a los resultados.
Esto es algo contra lo que tenemos que luchar todos.
Algunos de los que estáis leyendo esto puede que estéis luchando por conseguir grandes éxitos, seguís firmes y no os desviáis de vuestro objetivo. Es importante mantenerse así.
Puede que otros hayáis experimentado el éxito, pero hay que tener en cuenta que aunque lo hayas experimentado, eso no garantiza que vaya a ser así para siempre.
No es algo que consigues una vez y ya te puedes relajar el resto de tu vida.
Hay cosas que suceden que están fuera de tu control y que todo lo que has conseguido te lo pueden arrebatar de la noche a la mañana.
Da igual el éxito que tengas ahora mismo, o cuánto facture tu negocio, si no mantienes la mirada puesta al frente y la concentración, tu situación podría cambiar muy rápido.
Ve a por tu objetivo, constantemente, no te puedes quedar parado.
En los negocios, o creces y vas hacia delante, o mueres.
Cuando las cosas empiezan a ir mal, es difícil parar esa tendencia. Por supuesto que hay baches en los ciclos de cada negocio, pero esos baches suelen ser temporales.
Pero tienes que luchar por mantenerte ahí.
En los negocios siempre hay competencia, y a día de hoy, el mercado está saturado.
Los negocios que consiguen mantenerse a flote son los que consiguen sobreponerse a las adversidades.
Cada día es único. Mantén la motivación alta y tus objetivos en mente.
Si consigues un objetivo, ponte uno nuevo.
Si has perdido la pasión o tu negocio ya no te resulta tan interesante, tú decides si quieres darle una nueva dirección o hacer algo totalmente diferente que te vuelva a resultar interesante.
Algunos de los negocios para los que he trabajado que han perdido el foco les pasa exactamente esto. Pierden la dirección. El foco.
Pero no permitas que esto te frene.
Piensa en grande, en objetivos más ambiciosos y sigue explorando.
Esta es la receta para no caer en los mismos errores que cometen otros negocios y que les llevará a desaparecer en unos años.
Especialmente si quieres ser de los que se mantienen rentables en el largo plazo.
Aquí puedes descargar el Ebook “De 0 a 100: Cómo los emprendedores de éxito crean negocios rentables desde cero” al suscribirte a mi lista de correo.
A través de mis emails comparto consejos con el objetivo de inspirarte para mejorar los resultados de tu negocio.
Tus acciones de hoy, los resultados de mañana.
Fran Rodríguez
